se arma de mucha fuerza y ladra sin parar para afinar su voz. Triste y emocionado, tararea una bonita canción. Ya es muy tarde, esta cansado, pero la esperanza no la pierde , sigue tocando la flauta. De pronto se oyen pasos, son los rebaños, han vuelto.
Por fin Quintin tin esta feliz; aunque llega tarde a casa se siente feliz porque sabe como ganarse el cariño de su amo.
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