miércoles, 30 de abril de 2014

La rana Tota

Era una ranita muy feliz, daba saltos en el charco. Le gustaba croar.
- CROC, CROAC, CROAC... Así se pasaba día y noche hasta que se quedaba rendido.
Los animalitos del bosque azul, la llamaban la rana cantora. Tenia muchos amigos y un millón de admiradores. Su lugar favorito era el lago azul, allí había una flor flotante, su flotador favorito.
Un día la ranita amaneció cansada de ver todo azul a su alrededor. Decidió irse de viaje a otro lugar que no sea azul. Al país multicolor. En su largo viaje atravesó muchas dificultades, cruzo mares, ríos y montañas; cuando pensó que no llegaría aquel lugar. Diviso a lo lejos un lugar de muchos colores. Se asombro mucho.-  ¡¡ Ohh !!, que maravilla . dijo la rana, entusiasmada. Tanto tiempo viviendo en un mundo azul; cuando hay tantas cosas bellas en el mundo por descubrir; en ese momento apareció una rana camaleónica, y muchas ranas y sapos de colores. Al verla todo azul murmuraba. La rana azul se sintió mal, se marcho rápido para buscar un escondite. Al día siguiente, se levanto desanimada, pensó volver a su mundo azul para ser feliz. Cuando salió de su escondite, estaba rodeado de muchos animalitos coloridos que la miraban con asombro.
Pepa la rana, jefa del lago multicolor, le dijo: - ¿ que sabes hacer? demuéstrame que tu si vales.
La rana azul se puso a croar así: CROC, CRAC, CRIC, CROAC, RUC, RUC, CRIC, CROC, CROC....
Al oír la melodiosa voz, todos empezaron a aplaudir, la rana se sintió feliz, Pepa la invito a unirse a su grupo. También le dijo que le gustaría conocer el país azul. La rana azul y Pepa, formaron una escuela de música en el país multicolor. Después de mucho tiempo, la rana Tota volvió a su país con su amiga Pepa, para hacerla conocer su cultura. Felices y contentos volvieron al país multicolor para quedarse ahí por siempre.

lunes, 21 de abril de 2014

Pugy y el saltamonte


Pugy era una mariquita muy trabajadora. Cuando llegaba la cosecha trabajaba día y noche guardando la comida al año siguiente. Arreglaba su cabañita de bambú para pasar el crudo invierno, apenas tenia tiempo para sus amigos.
Mientras que un saltamonte llamado Beto se la pasaba tocando su violin y bailando. Cuando se encontró con la mariquita le criticaba diciendo: - ¿Por qué trabajas tanto? No tienes tiempo para divertirte. Siempre estas ocupado. ya no ríes, ni hablas con los amigos, que aburrida es tu vida; en cambio yo, salgo a tocar mi violin y me lo paso bien con mis amigos.
Pugy no dijo nada y se marcho. La mariquita siguió divirtiéndose feliz, mientras tanto en los bosques los pájaros dormían de un lugar a otro, donde encontraban arboles. Cuando termino la estación soleada, llego la lluvia, con vientos huracanados, los arboles se quedaron sin hojas, los pajarillos piaban de frio, y se mojaban con la lluvia.
Pugy la mariquita pasaba apenado, viendo como pagaban las consecuencias de sus actos por no haber preparado sus nidos a tiempo.
Empezaron las lluvias torrenciales, formándose riachuelos y el frio congelo las aguas. Así pasaron muchos días. La mariquita salió en busca de su amiguito el saltamonte. Era imposible encontrarlo; la niebla no le permitía ver bien. Ya cansado de caminar, estuvo a punto de regresar a su casita; En ese momento dio un traspiés, tropezando. ¡PLASH...! cayendo encima del charco de agua. Vaya, que sorpresa. Ahí estaba su amiguito congelado como una piedra. La mariquita desconsolado fue en busca de ayuda. Todos los animalitos del bosque dieron una cristiana sepultura al feliz cantor del bosque. Todos recuerdan en sus corazones al alegre saltamonte por siempre.

viernes, 4 de abril de 2014

Adam y el Pulpo

Era un joven de vecindario, vivía con su madre, una mujer trabajadora. El padre les había abandonado. Adam a su corta edad trabajaba los quehaceres de un hacendado. Los fines de semana se iba a pescar con su amigo Champi, uno de ellos llevaba sebo, anzuelos, redes... Eran unos chicos polifacéticos.
Dormían en arena enterrándose. Se levantaban de madrugada, era la hora donde se reunía los cardúmenes, una especie de hora punta.
Adam no despertó a Champi, y se fue solo a la parte rocosa donde golpeaban las olas. Se sentó ahí, sigilosamente lanzo un anzuelo para capturar su presa, resbalo y cayo a las aguas rocosas.
Las olas lo golpearon, se tuvo que zambullir muchas veces, para esquivar las gigantescas olas, las neblinas y frías aguas, lo agotaba cada tiempo que luchaba por salir. Tubo una sensación que algo le jalaba con mucha fuerza, el miedo le produjo coraje, se cogió fuerte en la roca, aunque los cortes, se profundizaban por la presión en sus manos. Siguió abatiéndose como un guerrero valiente, al fin se impulso escalando la roca. El pulpo desgarro la ropa de Adam, llevándose a las profundidades del mar. Gracias a su vestimenta, se pudo salvar, camino rápido a la carpa, estaba débil. Las heridas le sangraban, pero su vida estaba a salvo.
Champi aun dormía profundamente. Al día siguiente conto a su amigo lo sucedido.
Le tomo poca importancia, era un chico muy superficial. Vaya, que consuelo. Después se fueron a pescar, en la orilla del mar encontraron flotando a un pulpo. Champi lo cogió y abrió la tripa con un cuchillo, y que sorpresa. El vaquero azul, estaba teñido de morado, el animal murió, por la mala digestión de la tela.
Adam suspiro un momentito, preocupado de lo que le había ocurrido a noche; si no fuera por la ropa.
Mientras tanto Champi, hecho a la cesta al pulpo, preparando así, la historia de la hazaña para contar a su familia.

Bicho Carnivoro

Rufino de las Casas era un hombre solitario. Le gustaba mucho la naturaleza. Todos los fines de semana se iba a pasear al bosque llamado Lomas de Lachay que se encontraba a pocos kilómetros de su casa. Era un hombre adicionado que le gustaba cazar mariposas. Su salón estaba decorado con murales de infinita variedad de mariposas. La casa se encontraba rodeada de grandes arboles y flores multicolores. Estaba alejado de la ciudad; desde muy joven se dedicaba a la apicultura ecológica y cultivo de plantas frutales.

Una noche anterior a su paseo al bosque tuvo pesadillas; apenas había dormido, aun así no falto aquel domingo a su caminata, se levanto cansado, sentía una sensación como si llevara plomo en su cuerpo; no fue impedimento se alisto, cogió la red, metió en su equipaje y se marcho.
Una vez ahí, se animo mucho, se puso a divisar por todos los lados muy contento. Estaba debajo de un árbol de sauce, las hojas producían un sonido con el aire, empezó a brillar el sol, se animo a sentarse a la sombra, había muchas hojas. Rufino se relajo tanto que le provoco recostarse por un momento. Al parecer se relajo tanto quedándose dormido. Cuando por fin pudo levantarse sintió que le ardía la cara, un picor insoportable, le entraron ganas de rascarse, a duras penas se tuvo que contener llegando a tocarse con la yema de los dedos. Cazo muchas mariposas de colores, se encontró exhausto y decidió marcharse. Al llegar a casa se fue deprisa al baño para ver que le producía esos picores. cuando se reflejo en el espejo, tenia la mejilla derecha roja en forma de circulo y un puntito negro al centro. Pensó que le había picado una hormiga o un mosquito. Así paso la tarde recostada en el sillón y viendo su serie favorita. Cuando se tuvo que acostar fue a lavarse los dientes y se noto aun mas enrojecido. Se había extendido la picadura; se toco, estaba endurecido la sensación de rascarse se le vino encima. Se aplico pomada para picadura de insecto y se fue a dormir.

Al día siguiente se fue a trabajar; al verse la cara la mancha se había extendido aun mas. En la tarde fue al centro de salud, lo revisaron y lo recetaron un antiinflamatorio y algunos cuidados.
En la noche lo paso fatal, esos comezones y cosquilleos constantes no paraban de fastidiarle. Al día siguiente, volvió al medico, comento su preocupación, al no ver resultados de los fármacos. El medico le examino y decidió mandarle corticoides, y unos exámenes de rutina para confirmar la sospecha.

Se marcho preocupado, no estaba contento con la respuesta del medico, al parecer su instinto natural no lo dejaba en paz. Su corazón latía deprisa como un coche de carrera.
Las dos noches fueron las peores noches de su vida, y esta era la tercera noche de agonía. Al meterse en la cama, sintió hormigueo por todo el cuerpo, estuvo moviéndose de un lado a otro, sentía un desosiego que no le dejaba dormir.

Eran las dos de la madrugada, le entro una sed, tenia la boca seca y la garganta adolorida, se levanto al pararse se cayo al suelo, las piernas no las sentía, estaban adormecidas, sintió una debilidad y mareos que le embriagaban; hasta que cayo desplomado al suelo. Después de un tiempo recobro la consciencia, veía todo borroso, parpadeo muchas veces, intentando ver con claridad, hasta que por fin volvió a ver. Estaba ardiendo en fiebre, su corazón latía muy fuerte y rápido, estaba bañado en sudor, se cogió la pierna para levantarse notándose bultos en todo su cuerpo; eran bultos rojos, que brillaban como una bola de cristal, que empezaron a reventarse uno tras otro, produciéndose líquidos amarillentos, putrefactos, y sanguinolentos, mientras sucedía todo esto se iba formando cráteres profundos en su cuerpo que sangraban sin parar. Lanzaba gritos desgarradores de dolor y lamento, mientras su piel se desprendía deprisa como carne descompuesta.

En esta escena horrorosa, mientras su cuerpo se consumía en vida, el único que no se separo de el, fue la soledad, que siempre llevo en su vida. Finalmente el que dio su ultimo latido fue su corazón...

Pasado unos días, unos buitres sobrevolaban cerca de la casa. Al observar este paisaje de soledad, el guardia forestal que pasaba por la carretera se acerco a la casa , sospecho que algo andaba mal. Encontrándose con una escena horrorosa que jamás olvidaría, después de esta maldición, la casa quedo abandonada.

Ha pasado una década desde aquel día, se supo que el bicho carnívoro puso sus larvas al picar a Rufino, propagándose en su sangre. Finalmente causándole la muerte. Llamado "Karmortravirus". Hoy en día la casa es conocida como la "Casa Maldita".

Datos personales

Me pasan cosas en mi pensamiento. Me entran ganas de escribir, asi de simple, no hay quien me este empujando a que lo haga. Solo se que debo hacerlo. Solo escribo y sigo escribiendo; solo aparecen las letras, es como si estuviera en un sueño placentero y relajante y que nada me debe despertar para que el sueño sea placido. Hay veces que faltan hojas o se acaban las tintas pero lo que quiero decir sigue adentro hasta que lo hago. Te sientes bien si dices lo que piensas y el papel te lo acepta y tu tinta sigue corriendo tras las palabras tan dulces , a veces tristes, grotescas, entre tantas cosas que decir... Veo en mi imaginacion reir a carcajadas a mi hermoso cuaderno.