martes, 16 de julio de 2013

Luisa la bruja

Luisa vivia en un pueblo llamado Rio Seco; en el norte de pacifico de America.
La hermosa bruja hizo que este lugar floreciera como un paraiso. Estaba lleno de animales y plantas.
En aquel lugar no faltaba nada.
La bondadosa mujer ayudaba a la gente necesitada, amadrinaba a niños y niñas.
Julia acudia diario a los que haceres de la casa y los huertos que la madrina cuidaba con esmero.
La joven algunas veces se quedaba dormida. En algunas ocasiones logro oir voces macabras, pero se dormia otra vez. Cierto dia se desperto con mucho esfuerzo ya que aquel dia era luna llena; se podia ver con claridad. Se asomo la ventana de la cocina que daba vista al pozo donde se almacenaba abundante agua.
Vio que estaba parada frente al agua y que se reflejaba su silueta tambien veia destellos de luces en todo su cuerpo. Estaban diciendo conjuros magicos y macabras; ademas estaba rejuvenecida y radiante para su avanzada edad. Se subio a una escoba y empezo a volar tan alto, era como si desapareciera pero estaba volando alrededor de la luna. El sudor frio invadio su cuerpo estaba temblando y agitado, se metio en su cama; tiro todo lo que podia, la manta de lana para cubrirse como nunca antes. El panico no la dejaba en paz.
De pronto el calor invadio su cuerpo quedando rendido dormir profundamente como una roca. Temprano se levanto como si nada huviera pasado pero aparecia esas imagenes en su cabeza como un sueño magico y a la vez real.estaba deseando marcharse a su casa y tambien guardar el secreto; temia que su madre no le dejaria ir mas a la casa de la madrina magica.
Necesitaba ayudar a sus hermanas con lo que ganaba. Asi han pasado 3 decadas de aquellos misteriosos momentos. Julia hoy reside en el extranjero y hace unos meses visito a Luisa. Todavia guarda el secreto ya que su madre y la buena mujer son buenas amigas; despues de tantos misterios.

1 comentario:

Datos personales

Me pasan cosas en mi pensamiento. Me entran ganas de escribir, asi de simple, no hay quien me este empujando a que lo haga. Solo se que debo hacerlo. Solo escribo y sigo escribiendo; solo aparecen las letras, es como si estuviera en un sueño placentero y relajante y que nada me debe despertar para que el sueño sea placido. Hay veces que faltan hojas o se acaban las tintas pero lo que quiero decir sigue adentro hasta que lo hago. Te sientes bien si dices lo que piensas y el papel te lo acepta y tu tinta sigue corriendo tras las palabras tan dulces , a veces tristes, grotescas, entre tantas cosas que decir... Veo en mi imaginacion reir a carcajadas a mi hermoso cuaderno.