La cabra y el aguila

Pirina, la pequeña cabra traviesa subía colinas y prados. conocía la montaña. Ya que todos los días cruzaba para llegar a casa.
La mama cabra aconsejaba a su cabritilla que nunca debiera andar sola, tampoco alejarse mucho de casa. Porque corría peligro.
Desobedeciendo los consejos de su madre la cabrita se alejo demasiado. Cuando estuvo en la montaña; oyó unos ruidos, presintió que alguien le estaba mirando. Se asusto mucho, empezó a correr a donde ir. Cuando volvió la mirada; vio un hambriento lobo, con los ojos brillantes y la lengua afuera.
En el acto resbalo por las rocas quedando atrapado en un arbusto de espinos. Colgando en el abismo.
Por casualidad estaba volando un águila real, al oír berrear y suplicar pidiendo ayuda la cabritilla. Se compadeció, el ave la cogió con sus fuertes garras al aire, poniéndola a salvo.
Mama cabra en su agradecimiento organizo un banquete. Después del susto Pirina aprendió la lección.

La vaca Carola

Era una vaca alegre y juguetona. El prado era su sitio preferido. allí encontraba helechos y forraje fresco.
Se levantaba muy contenta dando saltos y moviendo la cola. mugía sin parar dando sonidos de dulce melodía. Era como una sirena cantora. Todas las vacas buscaban su compañía para contagiarse de su alegría y buen humor.
La manada convencio a Carolina que se presentara de animadora en la feria del pueblo. Asi fue. Organizo el evento de la siguiente manera:
- carrera de burros
- Gallinas bailarinas
- Futbol de conejos y cobayas
- Carruajes con pavos malabaristas entre otros.
El dia de la feria Carola hizo una presentación espectacular. Las vacas cantaban y bailaban, la música estaba animada.
Los ganadores fueron premiados y los que no ganaron fueron aplaudidos con entusiasmo por la manada.
Todos contentos y felices volvieron a sus establos comentando la buena acogida de la feria y de Carola la presentadora.

La gallina y la rana

Cierto día una gallina estaba buscando gusanos para alimentarse; rascaba al pie de las plantas, sacando piedrecitas y hierbas se la comía, si le gustaba. Se había alejado mucho de su gallinero. Estaba cerca de un riachuelo, se puso a beber agua, cuando decidía marcharse sintió ganas de poner huevo. Empezó a cacarear desesperadamente; cuando iba de prisa a poner los huevos, se encontró con la rana. Con una voz burlona la rana le grito:
- porque haces tanta bulla, me zumba el oído. Los animales del bosque se asustan y tan solo para poner un huevo. ¡ Porque no te callas !
la gallina enfadada de la manera como la había gritado la rana contesto: -  y tu porque croas tantas veces durante el día, y no das nada; y levantas por las mañana a los pobres animalitos y por la noche no dejas descansar. En cambio yo cacareo para avisar que traigo huevos para mis amos. ! Cállate y márchate ! .

La rana sonrojada y avergonzada sin decir nada mas se marcho. la gallina volvió a casa deprisa y corriendo para poner su huevo. Desde aquel día hace la misma ruta para llegar al riachuelo pero no ha vuelto a encontrarse a la ruidosa rana.


"Debes pensar las cosas antes de decirlas , ya que puedes caer en error".

El conejo y el abuelo

El abuelo dice:
- ¿ Porque huyes de mi, conejo ?
Conejo dice:
- Siento miedo de los humanos.
Abuelo dice:
- Amo a los animales; yo nunca te haría daño.
Conejo dice:
- ¡ Si, ya lo sé ! Es que unos hombres se llevaron a mis padres.
Abuelo dice:
- Me gusta que estés libre.
Conejo dice:
- Por favor, déjame vivir en tu jardín.
Abuelo dice:
- Si; pero tienes que respetar las flores y cuidar de ellas.
Conejo dice:
- Prometo regarlas, y quitar las malas hierbas.
Abuelo:
Se que cumplirás; yo a cambio haré que nadie te haga daño.
Conejo y abuelo:
Se saludan y hacen las paces.

Moraleja: No lastimes a los demas si no queremos que nos hagan lo mismo.