El misterio de la vida

En las afueras de la ciudad cuenta la historia de un hermoso castillo verde que había resistido a las batallas mas duras de aquella época. Estaba camuflado en el bosque cubiertos con hiedras. En la cual habitaba un encantador príncipe el ultimo  del legado de los whinolers. Su carácter pedante y egocéntrico  hacia que  peligrara su reinado. Trataba mal a los sirvientes. Maruja la sirviente mas veterana del castillo; le costaba caminar, oía mal, y sufría una depresión desde muchos años. Un día bajo a los calabozos del castillo y se encerró. Ahí prefería estar a oscuras en el nefasto y maloliente mazmorra, antes que morir de un infarto prefirió el final lento. Allá afuera era peor que estar en el infierno. Le resonaba las voces en su pensamiento consumida y agotada de dar vueltas al fin descansa en su interior.
Se encierra con docenas de candados que llevaba guardando de mucho tiempo. Vuelve a resonar en su interior, no deseo saber nada de nadie; y vierte sus ultimas lagrimas si es que todavía le quedaba. En su alma añeja y sus sentimientos confusos. Hasta aquí he llegado decía respirando el nauseabundo olor. Las noticias llegaron al oído del príncipe; este ordeno su búsqueda sin respuesta.
- No puede ser que se ha volatilizado. Rezonga el príncipe enfurecido.
- ¡ Moveros, vamos, no hay tiempo que perder!... Tu hazte cargo quiero respuesta hoy mismo.
- Si señor, así será. A sus ordenes su majestad.
Después de todo sin respuesta alguna ordena que inspeccionen el castillo.  Después de un tiempo prudencial un guardia interrumpe la reunión del príncipe Hans. Abriendo la sala de reuniones.
- ¿ Que noticias traes, Mordoe?
- Por que tanta prisa!- mi amo la vieja Maruja esta en las mazmorras; no muestra señales de vida., como si estuviera muerto.
-¡ Libera de inmediato, vamos muévete!
Algo mas dice Mordoe.
- ¡ No ! contesta Hans.
Con su permiso se encuentra nervioso, esta sudando y agitado. Mientras acelera su paso por los pasillos del palacio.
Los soldados con hachas y palancas en mano Cortaron los candados dificultando su rescate a tiempo. La anciana moribunda, sucia , y deshidratada estaba encogida como la legua de la mariposa.
Estuvo recluida en palacio hasta su recuperación mínima. El propio príncipe que ya podía caminar arrastrándose la expulso de palacio., Como a un perro viejo recriminando y haciéndola ver que no prescindía de sus servicios. Dando portazo al termino de su discurso nefasto.
La anciana se marcho en estado deplorable camino al bosque buscando su supervivencia por algún tiempo en busca de algún destino que ya estaba trazado. Un día se sentó en la orilla del rio; estuvo pensando en la vida que había llevado en el palacio y lo mal que le había pagado. Quedándose dormida sintió que el frío la invadía y una luz multicolor se apoderaba de ella. Cuando despertó se sintió joven, se toco la cara estaba lisa y lozana y sus manos bellas. No podía creerlo; volvió a la cabaña siguió con sus quehaceres., cuando fue a recoger agua al arroyo  reflejaba su bella silueta con un rostro angelical; a pesar que llevaba un vestido andrajoso, lucia hermosa.
De pronto se oyó un disparo; camino deprisa hacia la cabaña encontrándose con un cazador que llevaba un venado en sus fornidos hombros; cruzaron miradas quedando embelesado de la belleza de Maruja. Mientras tanto el perro ladraba sin parar, cada vez menos fue callándose lentamente. Cerca del rio las ranas croaban mas y mas, se estaba haciendo tarde. En ese momento apareció el perro débil y empezó a vomitar espuma pataleando de rato en rato. Entre tantas cosas Maruja había huido de la presencia de aquel hombre. Subiendo a su caballo  galopo deprisa para conseguir ayuda; chocando contra un árbol, rodó al barranco quedando atrapado en una zarza. Al día siguiente mientras Maruja recogía zarzas encontró huellas, las siguió encontrando atrapado al hombre, se las ingenio sacándole con unas lianas atadas a un árbol. Después de todo salvo una vida de un trágico final. El cazador de venados era nada menos que un marques amante de la naturaleza.
En agradecimiento le ofreció una casa y trabajo. Maruja no pensó mucho ,  acepto el ofrecimiento; el milagro de su juventud solo lo guardaría ella, en su corazón renovado y espíritu bondadoso después de todo, se merecías algún milagro después de la calamidad.
Después de un tiempo el marques quedo viudo, Catalina había muerto de una terrible enfermedad después de una larga agonía. La única mujer que le comprendió en ese trance de dolor; era la tierna y dulce Maruja. Hans no se recuperaba de la perdida; se encerró en palacio por un tiempo indefinido. Cada día estaba mas atormentado y acabado.
Las ojeras delataban que no había tenido ni una sola noche de sueño desde aquella perdida. Maruja siempre atenta se desvelaba entregándole la belleza de su juventud agradeciendo su acogida.  A sus 79 años, estaba acabado de dolor. Cierto día, Maruja contó la historia de su vida al marques moribundo; mientras contaba el triste argumento de su vida., con ese don de espiritualidad que poseía maruja.
El hombre reacciono volviendo a vivir y sentir otra vez., Pensó en Todo lo que se estaba perdiendo en su encierro aferrándose a la muerte. Se levanto de su cama, se vistió apresurado, mando que abriera las ventanas;- deja que la luz entre en todo palacio., diciendo estas palabras se lleno de color y alegría; hoy he vuelto a renacer grito muy fuerte; también ordeno que hicieran las invitaciones a todas las familias reales y preparasen el mejor banquete. Pronunciando estas palabras se marcho a galopar adentrándose en el bosque. Cuando volvió a si mismo salto ágil del caballo recordando como aquella mujer le había salvado la vida. Volviéndose a subir y galopar a toda prisa. Volviendo a palacio. Una vez ahí, busco a pasos apresurados a su heroína; cuando estuvo frente a ella se arrodillo pidiéndola matrimonio. Aquella noche la fiesta fue una doble celebración que  nadie pudo olvidar por mucho tiempo. El marques y la bella dama vivieron felices por el resto de sus vidas.