Rufino de las Casas era un hombre solitario. Le gustaba mucho la naturaleza. Todos los fines de semana se iba a pasear al bosque llamado Lomas de Lachay que se encontraba a pocos kilómetros de su casa. Era un hombre adicionado que le gustaba cazar mariposas. Su salón estaba decorado con murales de infinita variedad de mariposas. La casa se encontraba rodeada de grandes arboles y flores multicolores. Estaba alejado de la ciudad; desde muy joven se dedicaba a la apicultura ecológica y cultivo de plantas frutales.
Una noche anterior a su paseo al bosque tuvo pesadillas; apenas había dormido, aun así no falto aquel domingo a su caminata, se levanto cansado, sentía una sensación como si llevara plomo en su cuerpo; no fue impedimento se alisto, cogió la red, metió en su equipaje y se marcho.
Una vez ahí, se animo mucho, se puso a divisar por todos los lados muy contento. Estaba debajo de un árbol de sauce, las hojas producían un sonido con el aire, empezó a brillar el sol, se animo a sentarse a la sombra, había muchas hojas. Rufino se relajo tanto que le provoco recostarse por un momento. Al parecer se relajo tanto quedándose dormido. Cuando por fin pudo levantarse sintió que le ardía la cara, un picor insoportable, le entraron ganas de rascarse, a duras penas se tuvo que contener llegando a tocarse con la yema de los dedos. Cazo muchas mariposas de colores, se encontró exhausto y decidió marcharse. Al llegar a casa se fue deprisa al baño para ver que le producía esos picores. cuando se reflejo en el espejo, tenia la mejilla derecha roja en forma de circulo y un puntito negro al centro. Pensó que le había picado una hormiga o un mosquito. Así paso la tarde recostada en el sillón y viendo su serie favorita. Cuando se tuvo que acostar fue a lavarse los dientes y se noto aun mas enrojecido. Se había extendido la picadura; se toco, estaba endurecido la sensación de rascarse se le vino encima. Se aplico pomada para picadura de insecto y se fue a dormir.
Al día siguiente se fue a trabajar; al verse la cara la mancha se había extendido aun mas. En la tarde fue al centro de salud, lo revisaron y lo recetaron un antiinflamatorio y algunos cuidados.
En la noche lo paso fatal, esos comezones y cosquilleos constantes no paraban de fastidiarle. Al día siguiente, volvió al medico, comento su preocupación, al no ver resultados de los fármacos. El medico le examino y decidió mandarle corticoides, y unos exámenes de rutina para confirmar la sospecha.
Se marcho preocupado, no estaba contento con la respuesta del medico, al parecer su instinto natural no lo dejaba en paz. Su corazón latía deprisa como un coche de carrera.
Las dos noches fueron las peores noches de su vida, y esta era la tercera noche de agonía. Al meterse en la cama, sintió hormigueo por todo el cuerpo, estuvo moviéndose de un lado a otro, sentía un desosiego que no le dejaba dormir.
Eran las dos de la madrugada, le entro una sed, tenia la boca seca y la garganta adolorida, se levanto al pararse se cayo al suelo, las piernas no las sentía, estaban adormecidas, sintió una debilidad y mareos que le embriagaban; hasta que cayo desplomado al suelo. Después de un tiempo recobro la consciencia, veía todo borroso, parpadeo muchas veces, intentando ver con claridad, hasta que por fin volvió a ver. Estaba ardiendo en fiebre, su corazón latía muy fuerte y rápido, estaba bañado en sudor, se cogió la pierna para levantarse notándose bultos en todo su cuerpo; eran bultos rojos, que brillaban como una bola de cristal, que empezaron a reventarse uno tras otro, produciéndose líquidos amarillentos, putrefactos, y sanguinolentos, mientras sucedía todo esto se iba formando cráteres profundos en su cuerpo que sangraban sin parar. Lanzaba gritos desgarradores de dolor y lamento, mientras su piel se desprendía deprisa como carne descompuesta.
En esta escena horrorosa, mientras su cuerpo se consumía en vida, el único que no se separo de el, fue la soledad, que siempre llevo en su vida. Finalmente el que dio su ultimo latido fue su corazón...
Pasado unos días, unos buitres sobrevolaban cerca de la casa. Al observar este paisaje de soledad, el guardia forestal que pasaba por la carretera se acerco a la casa , sospecho que algo andaba mal. Encontrándose con una escena horrorosa que jamás olvidaría, después de esta maldición, la casa quedo abandonada.
Ha pasado una década desde aquel día, se supo que el bicho carnívoro puso sus larvas al picar a Rufino, propagándose en su sangre. Finalmente causándole la muerte. Llamado "Karmortravirus". Hoy en día la casa es conocida como la "Casa Maldita".