domingo, 17 de marzo de 2013

Cañaveral perdido

Jairo y Vania,pareja joven viajan en busca de un futuro mejor a Monson montaña ( pucallpa ).
Después de pasar por muchas haciendas cercanas, durmiendo en aguas y pajares; llegan a Cañaveral perdido, que es al propiedad de Rosendo J. Este les contrata por cuatro años para hacer las mejoras de su plantación de cafetal y plátanos; se hizó un acuerdo que cuando llegará la producción ( cosecha ).
Prometió pagarles una suma de cuatro mil soles, convencidos firmaron el contrato.
La mujer ademas de hacer las labores en la casa iba a participar en el campo y Jairo totalmente estaría volcado a mejorar las plantaciones.
Vania y su familia empezaban a vivir la aventura en el paisaje montañoso. Así paso mucho tiempo con la esperanza de ser feliz. Cuando finalizo el contrato las plantas estaban hermosas a punto de cosechar; el esfuerzo valía la pena para recibir la recompensa, Jairo tenia la piel llena de cicatrices y manos enmarmoladas amarillentas y toda la piel con picaduras de mosquitos; Saul y Dani estaban jugando como siempre, habían crecido a pesar de la vida dura que habían tenido.
Rosendo era un hombre ponzoñoso, de mal alma, así lo describía la gente. Este visitaba lejanamente su hacienda contaba la gente que estaba ocupado en sus negocios de la ciudad. Cierto día llego echo animal, encontró a Vania en los que haceres de casa, quiso abusar de ella, esta se defendió como buena madre, cogió el machete del mueble y la empuño no soltó por nada, busco a sus hijos y huyo con ellos al monte; este se marcho en busca de Jairo. Llego a las plantaciones, hablo con este y se marcho diciendo:
- Cuídate, volveré en unos días; buena suerte con tu familia, ya te veré. Echo una sonrisa burlonesca y se marcho.
Jairo presintió una sensación extraña en su corazón  Dejo tirado el machete y la pala, se marcho temprano a casa; asustado busco a Vania en el silencio de la casa. Grito desesperado: - ¡¡Vaniaa ..., Vaniaa...! ; ¡Daniiii...! ; ¡ Saulll ! . Corrió bañado en sudor por el camino montañoso gritando hasta que encontro a su mujer. Esta llorando con todo lo sucedido casi no podía hablar, le temblaba su labio reseco, pronunciando lo que había pasado; se abrazaron consolándose mutuamente. Fueron a casa y decidieron marcharse pero dejaron esos días hasta que vino Rosendo con una patrulla acompañado del comisario Brandom; Sacaron una orden, subieron a la familia sin palabras a la patrulla, ellos no entendían nada, se lo explicaron en el camino que estaban acusados de robarles dinero valorizado en ocho mil soles de su casa.
Vania en su desesperación intento explicar del abuso que este había intentado cometer; ni caso, la callo el comisario; diciendo guarda silencio, solo dirás las cosas a tu contra. Llegando a la ciudad fueron encarcelados en una celda sucia y maloliente con el sollozo de sus hijos que no dejaban en paz al comisario.
Mientras tanto en la sierra huanuqueña, natividad añoraba la carta que siempre escribía Jairo; había pasado tres largos meses esperándolas  En la cárcel de Pucallpa esta familia estaba desamparada por la injusticia de Rosendo  y del comisario Brandom. Con la misma tristeza del primer día permanecía la familia sin apoyo de nadie acusados de haber robado ocho mil soles sin pruebas validas; solo palabras del calumniador y la injusticia, al borde de la locura; sin culpa solo por la ambición de aquel desalmado hombre.
Natividad viajo de su sierra natal a la hacienda Cañaveral Perdido; después de hacer las averiguaciones con la gente de ahí de Monzon Montaña. Una familia que vivía cercana a la hacienda contó que el cuñado y su familia habían sido acusados de robo, ellos creían que había sido una calumnia; ya que conocían la maldad de Rosendo.
Convencido de la inocencia de su cuñado Jairo, fue a contratar un abogado litigante, este presunto un habeas corpus y por lo tanto también pidió una causion ( fianza) para la familia. Dijo que impugnaría la acusación y pediría que detengan al acusador inmediatamente por haber vulnerado el contrato de trabajo de la humilde familia; que era libre  de su infamia y de abuso que estaba cometiendo; dicho esto el comisario sonrojo y garraspeo por un momento, sabia perfectamente que había cometido un error por ganarse el soborno de ese malvado, que le venia bien para los puros que gustaba fumar; quito de inmediato los cargos que le habían imputado a la familia Buendia, y pidió una fianza de ocho mil soles, los cuales fueron pagados por Rosendo la cantidad de dinero pactada por contrato de cuatro años y el resto por Natividad; quedando en libertad la familia sin cargos, borrando la ficha de reos en la comandancia policial. Rosendo fue encarcelado por ocho años de prisión sin fianza por haber cometido abuso a la familia moral y económico  Salieron desmejorados de salud; Jairo contó que no le dejaba en paz, Vania deprimida sin hablar y los niños escuálidos llorosos. Natividad y su familia volvieron a su tierra a recuperarse de la desgracia que les había mostrado la vida y del sufrimiento que les había marcado el alma humilde que ellos tenían en su pueblito alejado de la civilización; de la ciudad donde sufrieron tanto; para nunca olvidar.

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Me pasan cosas en mi pensamiento. Me entran ganas de escribir, asi de simple, no hay quien me este empujando a que lo haga. Solo se que debo hacerlo. Solo escribo y sigo escribiendo; solo aparecen las letras, es como si estuviera en un sueño placentero y relajante y que nada me debe despertar para que el sueño sea placido. Hay veces que faltan hojas o se acaban las tintas pero lo que quiero decir sigue adentro hasta que lo hago. Te sientes bien si dices lo que piensas y el papel te lo acepta y tu tinta sigue corriendo tras las palabras tan dulces , a veces tristes, grotescas, entre tantas cosas que decir... Veo en mi imaginacion reir a carcajadas a mi hermoso cuaderno.